Comprende labios, lengua, dientes, cavidad bucal, faringe, laringe, esófago, estómago, hígado, bazo e intestino delgado (duodeno, yeyuno e íleon). En seis horas, el proceso digestivo transforma el alimento en sus nutrientes necesarios, que en un período de treinta y cinco días proporcionan alimento a los siete tejidos corporales (dhatus). El fuego biológico digestivo (agni) tiene su centro en el estómago y gobierna todo el metabolismo en el cuerpo. El metabolismo óptimo garantiza así una buena digestión, absorción y transformación de los alimentos, así como percepciones sensuales, nutrición de los tejidos y células corporales, un sistema inmune fuerte, vitalidad, buena salud, percepción visual, temperatura corporal y el color de la piel. Esto puede convertirse en una fuente de alegría, entusiasmo y contentamiento, resistencia, valor y confianza, mayor estabilidad y paciencia, estimulando el pensamiento claro, el razonamiento lógico y el mantenimiento de la inteligencia celular. Cuando los principios psicosomáticos de Vata, Pitta y Kapha están en su equilibrio de acuerdo con la constitución individual, entonces el metabolismo armónico funciona en el cuerpo.
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Tracto digestivo
El cuerpo humano es como una cadena de producción que procesa las materias primas que llegan del exterior en forma de alimentos y las transforma de manera que puedan utilizarse en la construcción de los tejidos corporales y la regeneración del organismo. El sistema digestivo incluye los labios, la lengua, los dientes, la cavidad oral, la faringe, la laringe, el esófago, el estómago, el hígado, el bazo y el intestino delgado (duodeno, yeyuno e íleon). Desde una perspectiva ayurvédica, el proceso de la digestión tiene lugar secuencialmente en tres niveles del tubo digestivo: primero en el estómago, luego en el intestino delgado y finalmente en el intestino grueso.